El Consejo Académico y los diferentes Consejos de nuestra Alma mater hemos sido respetuosos de los acuerdos a los que se ha llegado en los recientes procesos de movilización. Consideramos que ello contribuye a la construcción de una sociedad donde haya equidad, justicia y democracia. En consecuencia, la dirección académica y los profesores hemos cumplido con las garantías concertadas en la mesa triestamentaria.
De igual manera, hemos rechazado las amenazas contra estudiantes, profesores, trabajadores, directivos y hemos apoyado el Comité de Derechos Humanos, pues tenemos la convicción de que se debe respetar la vida y la integridad de todos los miembros de la sociedad y de nuestra comunidad académica en particular. Así mismo hemos manifestado nuestro dolor, rabia e indignación, ante los cobardes ataques contra líderes, dirigentes y miembros de los movimientos sociales del país.
En particular, el Consejo de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad del Cauca ha sido respetuoso de los procesos de movilización y de las acciones que se derivaron de ellos, como ocurrió en el caso del campamento instalado en El Claustro El Carmen en el último trimestre de 2018.
Cuando lo hemos considerado necesario, también hemos manifestado nuestro descontento ante el incumplimiento de algunos acuerdos, por parte de sectores del movimiento estudiantil y hemos buscado el camino del diálogo, la concertación y el acuerdo. Es nuestra convicción que ese es el camino y no la imposición de acciones.
Por estas razones vemos con preocupación la decisión de algunos estudiantes de instalar un campamento dentro de la Facultad, el día de ayer, 20 de noviembre en horas de la noche. Hacemos un llamado a quienes tomaron esta decisión, para que honren su palabra y respeten los acuerdos a los que se ha llegado en las instancias de decisión propias de la comunidad universitaria.
La dirección académica de la Facultad, al igual que la dirección universitaria, hemos manifestado nuestro compromiso con la construcción de una universidad pública y de calidad, respetuosa de las diferencias y del derecho a la movilización. Estamos convencidos de que la Universidad es un espacio para el debate público y el disenso respetuoso, al tiempo que consideramos que es un espacio plural en el que es posible la construcción creativa de consensos.
Insistimos entonces en que los acuerdos construidos en la Facultad, a los que ha llegado la comunidad en sus espacios de decisión colectiva, sean respetados.
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