De acuerdo con la evolución de la pandemia en nuestro país, debemos reforzar las medidas ya adoptadas y mantenerlas hasta cuando la situación lo indique. Consideramos que las medidas tomadas en Colombia han sido oportunas e invitamos a acatarlas sin bajar la guardia en este momento crítico de la situación.
Para atender la presente coyuntura, la educación presencial con acceso remoto, avalada como medida excepcional por el Ministerio de Educación Nacional, ha sido una excelente alternativa para no suspender las actividades de formación y el proyecto de vida de los estudiantes, garantizando la calidad en el proceso.
Destacamos el papel activo asumido por las universidades colombianas al poner a disposición de la sociedad en general su capacidad de respuesta en distintos frentes; por ejemplo: laboratorios y recurso humano altamente calificado para ayudas diagnósticas de COVID-19; formación de personal de salud para detección, diagnóstico, notificación y atención de pacientes; fondos de solidaridad para ayudar a comunidad universitaria afectada; diseño y producción de ventiladores mecánicos, geles, trajes de protección; disposición de infraestructura universitaria para ser adecuada con camas hospitalarias; desarrollo de documentos científicos; conformación interinstitucional de grupos de investigadores y epidemiólogos para aportar análisis colectivo; y muchos otros invaluables aportes.
El impacto que tendremos en nuestro país trascenderá los indicadores inmediatos de salud y se profundizará con un fuerte remesón económico, que deberemos afrontar entre todos para evitar retrocesos sociales no deseados.
Desde las universidades debemos iniciar el análisis al menos en cuatro líneas:
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