Por: José Luis Diago Franco
Rector Universidad del Cauca
“Para que se haga realidad lo que es posible,
hay que intentar siempre lo imposible”
Hermann Hesse
La Paz Territorial se construye a partir del silenciamiento de las armas y el desarrollo de programas sociales, construidos a través de estrategias comunitarias que transformen las violencias estructurales, simbólicas y culturales en condiciones de igualdad, justicia e inclusión.
La posverdad[1], siendo parte de la construcción de los concensos y disensos de una sociedad, es igual a una manipulación malintencionada de la realidad, cuyo propósito es intervenir en las emociones y creencias personales con el fin de crear y modelar la opinión pública e influir en las actitudes sociales[2]. Así, las posverdades tienen un alto componente emocional que se pueden representar en forma de violencia simbólica, relacionadas algunas veces con violencias físicas y psicológicas, que favorecen la generación de silencios mayoritarios, la impunidad y el miedo.
La academia afronta en el día a día las realidades y conflictos de cada uno de sus integrantes, de las tensiones sociales del departamento y de la problemática del país; y en ese contexto, los estamentos universitarios vienen participando en movilizaciones y actividades culturales desde agosto de 2018, fecha en la que se gestó un gran movimiento social en defensa de la Educación Superior Pública, que ha contado con garantías de movilización, académicas y de participación, decisión que ha generado en un sector de la opinión pública, especialmente en redes sociales, el desarrollo de una campaña de estigmatización que viene afectando la seguridad jurídica y personal de estudiantes, docentes, administrativos y directivos.
A través del Plan de Desarrollo Institucional “Hacia una universidad comprometida con la paz territorial”, seguiremos fortaleciendo aún más los espacios que consoliden el pluralismo, como una condición para desarrollar los diálogos, en un marco que garantice la expresión respetuosa y el disenso mediante prácticas que “construyan más puentes y menos muros”; sorteando así las cunetas que hoy nos separan de la sociedad.
Este nuevo año nos esperan largas jornadas de reflexión con los tres estamentos universitarios (profesoral, estudiantil y administrativo), concertando las bases necesarias para poder responder a los cambios disruptivos del momento: en la academia, la investigación, la proyección social, la cultura de calidad, la gobernanza, el bienestar universitario, la regionalización, la formación de defensores de Derechos Humanos, el fortalecimiento de la brigada de salud estudiantil, la financiación, entre otros temas.
Sin dudarlo, hoy podemos afirmar que más allá de lo que nosotros podamos pensar acerca de la actual situación que presenta la Educación Superior Pública en el país, hemos encontrado más aspectos en común, con aquellas personas que piensan diferente, así algunos consideren necesario nuestro silenciamiento.
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